jueves, 25 de abril de 2013

Cristina Iglesias y el tejido de tramas.

 













Las tramas sígnicas de Cristina recuerdan a cualquier tela africana del siglo que sea, intemporal aunque en ellas muy al estilo del arte islámico se reproducen determinados textos significativos que quedan diluidos a efectos de su comprensión, ya que la intención última no es la lectura del texto, sino que el texto forme parte de algo materializado. Con ellas, construye  espacios tridimensionales  donde podemos movernos y sentir esas vibraciones con todos los sentidos, corporalmente como en el caso de la  arquitectura. Al introducirse la luz  y  el  recorrido, se introduce también el  tiempo, y una complejidad rica que hace que la obra  alcance infinitas posibilidades, puntos de vista, encuadres, y lecturas. De esta manera llegamos a comprender a nivel sensorial algo de la vida, de sus combinaciones posibles, de sus puntos de vista, creando no objetos unívocos sino objetos complejos dentro de un orden.
 
Estas tramas, que tejen relatos, alcanzan una riqueza singular porque se hacen protagonistas de algo muy importante para el ser humano y para la vida: la idea de ORDEN y la idea de AZAR. Toda la obra de esta artista  busca un orden pero huyendo de lo dogmático y lo rígido. Sin orden no hay nada, incluso el caos contiene un orden. Estas polaridades entre el orden y el desorden tienen mucha importancia en las actividades humanas, donde el orden queda marcado por la trama. Es evidente que en la obra de Cristina hay sensaciones arquitectónicas, pero referencias también urbanísticas debido a la importancia de las tramas y su reflexión sobre ellas. También el tiempo constituye una trama más a través de la historia.  La magia se encuentra cuando aparece cierto desorden, cierto azar, un sutil movimiento que desordena algo, como cuando sopla el viento y o vibran las hojas de un árbol, sugiriendo vida y algo de libertad.  

Las tramas están en las historias, en las ciudades, en nuestros propios tejidos celulares, en nuestras gramáticas, en nuestros relatos, en las artesanías, en internet etc. La trama es algo sustancial a la vida y al ser humano, de modo que reflexionar a nivel plástico sobre ellas me parece un hallazgo valioso del que también se han ocupado otros artistas anteriores como el caso de Piet Mondrian o Paul Klee. 

Formamos parte de esas tramas y somos constituidos físicamente por tramas o tejidos. No podemos considerar la realidad física como algo que está fuera de nosotros sino que formamos parte de ella interaccionando con todo. Las propuestas de Cristina inciden en nuestras percepciones  como parte interactuante de la realidad, como parte modificante del paisaje a través de nuestras construcciones, de nuestras ordenaciones sean de paisaje o constructivas.  Una interacción física y a la vez mental, debido al valor superior que alcanzan determinados elementos, que actúan de referentes como puedan serlo palabras o conceptos que mezclados en la multitud de información en la que nos movemos, adquieren un carácter superior o simbólico.  

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