“Impulsados por el amor,
los fragmentos del mundo se buscan mutuamente, de manera que el mundo puede
llegar a ser” Teilhard de Chardin.
“Mientras estemos vivos”, es
una frase suficientemente abierta, en realidad es un trozo de frase, un
fragmento, que habría que completar. Por ejemplo, “nunca se está fuera de juego
mientras estemos vivos.” Me atrae esta
idea de trozo de frase, que al poderse completar de muchas maneras abre el campo a la imaginación. Del mismo modo, pretendo que
los escritos de este cuaderno sean un fragmento de la realidad cotidiana, un
fragmento de un orden mayor, un año, un curso, acontecimientos personales, sociales,
globales, etc que abran campo a nuevas posibilidades de preguntarse y de
comprender. Si hacemos un zoom más grande ya no sería una frase sino un trozo de
conversación….por ejemplo:
No pienses que te estoy seduciendo, yo ya estoy
fuera de juego –dijo él-
nunca se está fuera de juego mientras
estemos vivos –dijo ella-. *
La mente completa los mensajes
a su manera. Los completa o los reduce según el ángulo de visión, creando la
ilusión de un todo, o bien la posibilidad contraria, la capacidad que se nos
ofrece de detenernos en la magia de un instante o de un fragmento. Hoy, 2015 es
un año, pero es un año que pertenece a un contexto de más años, que es contiguo
en el tiempo a efectos de sucesión numérica pero no a efectos de que es lo que
aflora o deja de aflorar en este año. Ese zoom, conviene hacerlo de vez en cuando
para entender, para procesar la información de otra manera; un zoom que puede
ser de nuestro yo personal, de nuestra circunstancia, o de ambas cosas a la
vez. La idea de los fragmentos de información me interesa porque muchos
mensajes que percibimos son un fragmento de algo. Algunos títulos de novelas,
basan su atracción en ser fragmentos de una entidad mayor, de una cita, de un poema
etc. Citaré tan solo algunos ejemplos “Negra espalda del tiempo” (obra de
Javier Marias toma su título de una adaptación de una cita de Shakespeare, que
sería objeto en si misma de estudio aparte)
“Como la sombra que se va”
novela reciente de Antonio Muñoz Molina, toma el título de un fragmento de un Salmo; otros títulos aparentan ser fragmentos de conversaciones
como el relato “Nunca llegarás a nada”, de Juan Benet o bien frases que contienen a
la vez la posibilidad de ser un fragmento de un párrafo, y una interpretación
del mundo, como “Tiempo de silencio”, de Luis Marín Santos o “Cien años de soledad” de García Márquez.
Todos los que he elegido hacen una referencia -que supongo que no es casual- al
tiempo, al paso del tiempo, al pasado y al futuro y no estaría de más que
alguna de estas referencias volvieran aparecer por aquí a lo largo de este
cuaderno en el que he querido que el
tiempo tuviera un protagonismo especial.
También las redes están llenas de frases desligadas de
contextos, de citas o de tweet cortos que solo dan un fragmento de una
información mayor, pero que en ese fragmento cobran una fuerza como la que
pueda cobrar una única fotografía que en muchas ocasiones (dependiendo de la
intención y del azar) puede llegar a acariciar un valor simbólico.
Percibimos un fragmento de luna, pero tenemos una idea
completa de la luna. Puede que nos ocurra igual con nosotros mismos y con
nuestros contextos, circunstancias o como deseamos llamarle a aquello que
nosotros configuramos y que a la vez nos configura a nosotros. Un fragmento de nosotros mismos que a la vez
somos fragmentos de algo. De una cadena genética en el tiempo, de una relación
afectivo-sexual (o solo una de las dos cosas), de un colectivo, de una
sociedad, una ciudad, un país.
Fragmentos de frases, que en ocasiones encajan, se completan, y que en
otras chocan y se desintegran, como si las frases se hubieran caído al suelo y
se hubieran roto, dejando palabras inconexas y sin sentido, que hubiera luego
que recomponer. El propio título que utilizo de este cuaderno, viene a
reconocer, una realidad. La propia vida se rompe, se deteriora.
Vivir en muchas ocasiones
conlleva la tarea de rehabilitar, de recomponer, de regenerar, de actualizar, de re-escribir. De modo que a la vez que ese “mientras
estemos vivos” lleva implícito un reconocimiento del deterioro, a su vez lleva implícito
un ámbito de significado que ofrece la oportunidad de participar activamente en
nuestra vida y en nuestro tiempo, adquiriendo la conciencia de que se nos está
ofreciendo la oportunidad para hacerlo.
*nota: la cita es una adaptación de un fragmento de la novela "La senda del drago" de Jose Luis Sampedro.
imagen: fragmento de vasija perteneciente al yacimiento arqueológico de Millares (Almería).
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