viernes, 21 de septiembre de 2012

Almudena Cid, el corazón a la altura del talento.


Después de cuatro olimpiadas viéndola competir, este Londres hemos tenido una nueva versión de AC, ahora como comentarista . Ya nos había dicho adiós en Pekín,2008 pero es que me parece que fue casi ayer. Siempre queda el recurso de You Tube. 
  
Fue en su último ejercicio, de su última olimpiada como gimnasta, en el que Almudena Cid, dibujó con el dedo un corazón en el tapiz , le dio un beso de despedida y se marchó sonriente, con un rostro que poco tenía que ver con la tensión y las gélidas miradas de sus contrincantes.

¿Ganar o perder? De entre las muchas batallas que se nos presentan a diario hay una más difícil que ser el mejor, y es  llegar a amar plenamente tu trabajo , por duro o insatisfactorio que pueda parecer. Despedirse de una pasión con la satisfacción del trabajo óptimamente realizado, y con todo el cariño verdadero que uno pueda llevar dentro es algo impagable.

Me gusta y me hace disfrutar la gente que ama lo que hace, y por supuesto la gente que hace lo que ama. Poner el corazón a la altura del trabajo diario , dando lo mejor de uno mismo , es un autentico lujo. Detrás de esa sonrisa, y de ese beso, están el esfuerzo, los momentos de crisis, las decisiones difíciles, los días menos luminosos. Pero tambien, está concentrado lo que uno ama , la superación personal, el llegar a ver cumplidos nuestros mejores sueños renovándose cada vez. 

Otras veces le tocó llorar. Pero llorar por los sueños rotos, habla bien de una persona. He cambiado de opinión con respecto a esto, y un deportista tiene derecho a llorar, a expresar , que lo que le está ocurriendo le importaba mucho. En absoluto es síntoma de debilidad sino de fuerza, de la fuerza de un sueño. Al final se trata de amar,de querer con el corazón, aquello por lo que te mueves, y con lo que te mueves. El tapiz o lo que cada cual tenga entre manos, pero sabiendo que un buen día tienes que decir adiós. Adiós con el corazón que decía la canción. Despedirse bien, que enorme lección. Hay tantas cosas que hay que decir adiós, porque se han acabado, para que vengan otras nuevas, que también amaremos, y a las que tendremos que decir hola. Despedirse bien, con amor y cariño cuando lo ha habido es la mejor forma de que formen parte sanamente de nuestro pasado.

Este deporte, denostado a veces, pero apasionante y eterno para las niñas, es el deporte de la gracia, entendida como la belleza de los movimientos. La elasticidad del cuerpo que contrasta con la dureza de la disciplina. . Y tengo la impresión, de que es un buen aliciente para el desarrollo de la imaginación y la creatividad. La coordinación de los movimientos, con referencia de la gravedad es arte, en forma de cuerpo. En definitiva algo de eso hay en toda mujer que quiere ir más allá. La mujer trabaja su belleza y su cuerpo como una labrador su finca, o como un artista su lienzo. Ella es el lienzo. Ella es el objeto del trabajo.Es la niña que crece, que sueña no con que va ser de mayor, sino como va a ser, como será su cuerpo, como será su rostro, y al igual que esos ejercicios trabajados hasta el infinito logran traspasar el muro de lo normal, lo mismo pasa con algunas mujeres que han cultivado su belleza entendida esta como algo global que va desde las neuronas del cerebro, hasta el último tendón del pie.

Ella dice que de pequeña no se sentía la mejor,sino que estaba por detrás de sus compañeras. Este sentimiento ya lo he oído más veces en grandes deportistas.  Incluso de personas que fueron de primeras rechazadas para una actividad pero que a base de esfuerzo han logrado superar todas las reticencias.  Ello le ha llevado a esforzarse. A mejorar día a día.y a trazarse un camino para este deporte. Almudena sin duda es la cara de este deporte, gracias a su sacrificio unido a su capacidad para transmitir.  

Este deporte es femineidad por excelencia. Pero los valores que transmite no son exclusivos del mundo de la mujer, sino que son universales para cualquier deporte, o actividad .Es una  mezcla de competición y de arte, y ella lo ha llevado a su terreno. No es como el futbol que si pierdes no hay vida más allá. ¿Quien se acuerda de las medallas? ¿Quien olvida a Almudena? Ella cambia medallas por simpatía, foto en pódium por creatividad. No fue la mejor del mundo pero si única. Y de eso se trata.  Cada paso que da parece como si abriese el camino de su futuro. Al menos eso veo yo, cuando pega un salto, y la incertidumbre vuela alto en forma de cinta o de bola, pero que a base de trabajo y talento , le llega merecidamente cerca de sus manos para agarrarla.

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